Transporte de mercancías terrestres en España
¿Seguro de mercancías?
El 80 % del transporte de mercancías en España se hace por carretera. Y buena parte de ese alto porcentaje, son mercancías frigoríficas.
Cuando la mercancía es aceptada y cargada, el propietario traslada la responsabilidad al transportista efectivo.
La empresa de transporte deberá garantizar que la mercancía llegué a destino sin ningún tipo de inconveniente.
Para los grandes grupos logísticos, las pequeñas y medianas empresas, y el transporte autónomo en general, es fundamental un seguro de mercancías.
Teniendo en cuenta la carga que puede llevar un camión, podemos hacernos una idea del valor económico de la mercancía que se transporta.
Pongamos un ejemplo ilustrativo…
Consideremos que un semirremolque frigorífico puede cargar 36.000 kilos de fruta de temporada, digamos, fresas.
Si en el momento del transporte, el kilo de fresas está en el mercado a 2,5 €, estaríamos hablando de un transporte valorado en 90.000 €.
En general, cuando se declara un siniestro, no siempre se pierde el total de la carga; sin embargo, en ocasiones ocurre y es un desastre.
Estas pérdidas son muy difíciles de asumir para un autónomo o una PYME, colectivos que conforman la mayor parte del tejido empresarial español.
No todos los seguros son iguales y no todos ofrecen una cobertura completa a un precio razonable.
Merece y mucho la pena emplear el tiempo necesario a la hora de buscar la mejor opción posible dentro de un mercado plagado de ofertas.
Conceptos fundamentales del seguro de mercancías antes de contratar
Vamos a intentar explicar qué debe tener un buen seguro de mercancías y qué coberturas deberías contratar si no quieres tener problemas.
Ten claras una serie de nociones generales.
En primer lugar, el seguro de mercancías se pueden hacer de dos formas:
– Por vehículos.
Se paga en función de los vehículos incluidos y el valor máximo asegurado por viaje para cada matrícula declarada en póliza (90.000 €, 150.000 €…).
Normalmente, este tipo de productos son flexibles, se pueden cursar altas y bajas en cualquier momento.
También podemos asegurar el valor del viaje por cada uno de los vehículos en cantidades distintas.
Es una modalidad muy utilizada por autónomos y empresas con pocos vehículos.
– Por volumen de facturación.
Suele ser la forma más utilizada por empresas o grandes grupos que tienen flotas más o menos numerosas.
Se paga en función al volumen estimado de facturación anual.
Al importe de facturación indicado en póliza se le aplica una tasa, un porcentaje establecido por la compañía para el tipo de transporte.
El valor que resulta de aplicar la tasa al volumen de facturación, y el valor máximo contratado por viaje, van a determinar el importe de la prima.
Citemos un ejemplo…
Tenemos una empresa dedicada exclusivamente al transporte frigorífico, con una flota de 40 semirremolques y 25 rígidos.
La empresa tiene una facturación de 5.500.000 € anuales, y un valor máximo por viaje de 150.000 €.
Imaginemos que la cía establece una tasa de 0,65% resultando una prima anual de 35.750 €, que puede pagarse anual, semestral o trimestralmente.
Los grandes grupos logísticos utilizan la forma de pago trimestral para este tipo de pólizas de cierta cuantía.
Si la empresa del ejemplo incrementase el número de vehículos, pero no la facturación, la prima sería la misma si el valor por viaje no se modifica.
Es decir, pagaría igual por 40 semirremolques que por 43, suponiendo que la facturación fuese la misma.
Si los vehículos de la flota disminuyen en número y aumenta la facturación; siendo igual el valor asegurado por viaje; la prima se incrementaría.
Es IMPORTANTE: el tipo de mercancías que se asegura, sobre todo cuando el transportista no tiene definido un tipo de transporte concreto.
Esto ocurre con clientes que lo mismo hacen transporte frigorífico, paquetería o mercancías diversas.
En estos casos, la mejor opción es hacer una póliza individual para cada tipo de transporte, bien sea por matrícula, por facturación.
Hay que ser muy cuidadosos en ese sentido, ya que la modalidad de transporte declarada, es la que determina los riesgos garantizados.
¿En tu caso transportas más o menos siempre la misma mercancía?
Si surge una carga distinta a lo que habitualmente transportas, probablemente tengas la obligación de declararlo antes de realizar el viaje.
Ante la duda, infórmate siempre en tu compañía.
Es fundamental que aparezca en la póliza por medio de cláusulas las siguientes condiciones:
– Los CIF de las empresas del grupo si haces el seguro de mercancías para todas a nombre de un único tomador.
– Si subcontratas algunos portes con otros transportistas.
– Si alquilas o enganchas vehículos de terceros.
– Si actúas como agencia.
Muy importante que todo eso aparezca reflejado en la póliza. Cualquier supuesto se puede acordar en contrato incluyéndose mediante cláusulas.
También hay que concretar el ámbito de los viajes, si transportas entre localidades de España o sales además a territorio de la U.E.
Otras coberturas además de la propia mercancía
A menos que cargues mercancías a granel o líquidos, ten presente que, cuando cargas mercancías, también cargas sus envases y embalajes.
Si se produce un siniestro, el propietario de la mercancía, te reclamará por la mercancía, incluyendo los envases y embalajes si éstos sufren daños.
La inclusión de esa cláusula se puede negociar.
No todas las compañías la incluyen en cualquier póliza, sobre todo si no son pólizas importantes, pero siempre puedes buscar una compañía alternativa.
Cuando estudies una propuesta de seguro, además de todo lo anterior, se recomienda que incuyas las siguientes cláusulas.
Deben aparecer en tu propuesta.
– Cláusula por carga y descarga: es frecuente que durante las operaciones de caga y descarga, se originen daños a la mercancía.
Siempre se puede caer un palet, es uno de los siniestros que más se dan en el transporte frigorífico.
IMPORTANTE: para que haya cobertura por carga y descarga, ésta debe hacerla siempre el conductor del vehículo asegurado.
Si la carga y descarga la hace el expedidor o el receptor, el siniestro no tendrá cobertura por tu póliza a menos que se especifique lo contrario.
– Cláusula de mala estiba: algunas compañías se cuidan mucho de no incluirlas. Sobre todo si no son pólizas importantes.
Negocia su inclusión si ves que en la propuesta que te dan no se incluye.
La mala estiba nos cubre la estiba inadecuada de la mercancía.
Durante el viaje, la mercancía se ve sometida al estrés del tráfico y a las condiciones del firme.
Ello implica que, en ocasiones, al llegar a destino, encontremos algún palet dañado o volcado.
– Cláusula de mecanismos interiores: cubre los daños y desperfectos en los mecanismos o piezas interiores de la mercancía.
– Etiquetas: no se suelen cubrir los daños que sufra la mercancía en etiquetas, lacres, cápsulas, ni marcas de fabrica de los envases.
Pero sí los gastos de reposición y reetiquetado, excluyendo impuestos. A esta cláusula no se le suele dar importancia hasta que nos afecta.
– Cláusula de avería de aparatos frigoríficos: se cubren daños causados por avería del aparato frigorífico o su funcionamiento inadecuado.
Es muy importante incluir esta cláusula en el transporte frigorífico y no todas las compañías la ofrecen. Tendrás que solicitarlo expresamente.
Para que te cubran por este motivo, los equipos frigoríficos deben tener los correspondientes certificados periódicos de mantenimiento y revisiones.
Es muy importante asegurar la cobertura por el retraso en la entrega
– Responsabilidad civil profesional por retraso en la entrega: los vehículos hacen miles de kilómetros.
Y, aunque muchas empresas logísticas cambian cada cierto tiempo de vehículos; no todos se pueden permitir esto mismo.
Una avería, un reventón u otras causas, pueden ocasionar retrasos y que no entregues la mercancía a tiempo.
Si no entregas la mercancía a tiempo puede que el receptor no la recepcione.
¡Ojo con la carga en festivo o vísperas de festivo!
Ten cuidado con el transporte de mercancías como prensa, colecciones, mercancías electrónicas, papelería, telefonía móvil, etc.
Requieren concretarse de forma específica en póliza.
Franquicias
Este tipo de pólizas tienen mucha incidencia, sobre todo en el transportes frigorífico, por eso se fijan normalmente franquicias elevadas.
Pero como todo, se puede negociar con la aseguradora o con tu mediador.
Puede que te sorprenda, pero algunos grupos logísticos tienen sólo una franquicia simbólica de 150 € por siniestro.
¿Tiene tu seguro de mercancías tiene Call Center 24 horas?
Otra cuestión importante es la forma de comunicar el siniestro.
Si estás de ruta y el siniestro lo tienes a deshoras o en fin de semana, puede que no esté abierto el departamento correspondiente de tu aseguradora.
Para evitar este tipo de circunstancias, incluye una cláusula que te autorice a llamar a un comisario de averías con los que opere tu compañía.
Si tienes un siniestro y no puedes gestionarlo con el centro de siniestros, podrás llamar directamente al comisario.
La carga dañada debe verse sin demoras para evitar que se estropee más o que algún centro logístico la tire en un contenedor.
Ya tendrás tiempo después de comunicar el parte. Lo importante es que el perito vaya a ver el daño.
Muy importante…
Si vuelcas o te sales de la vía, la asistencia en viaje que tengas contratada, no te rescatará el semirremolque hasta que éste no se haya descargado.
La póliza debe cubrir el salvamento, rescate, traslado y destrucción de la mercancía en caso de siniestro
El SALVAMENTO, RESCATE, TRASLADO o REMOCIÓN y DESTRUCCIÓN de la mercancía; cubre:
– La descarga del semirremolque
– El desplazamiento de la mercancía al almacén donde la vaya a ver el comisario de averías para intentar realizar un salvamento.
– Si no tiene salvamento, asegúrate que cubra el rescate, traslado o remoción y destrucción de la mercancía.
Habitualmente, este gasto lo asume inicialmente el transportista y luego hay que solicitar el reembolso a la compañía.
Si haces transporte internacional debes valorar esta cuestión, sobre todo, si eres autónomo con un sólo articulado, o con pocos.
Se cubre el reembolso de la descarga de la mercancía del semirremolque, el desplazamiento a un centro autorizado para su destrucción y su coste.
No te olvides de que el centro autorizado debe expedir un certificado de destrucción de la mercancía.
Constarán ahí los kilos de mercancía que hayas tenido que destruir. Y es fundamental para el pago del siniestro por parte de la compañía.