Un problema de cultura
Partimos de una base muy clara común a todos los gremios, incluido los seguros; España es un país de despropósitos. Aquí, existe una cultura donde no se valora el esfuerzo, y se premia al funcionario por el mero hecho de haber obtenido su plaza. También se premia la inmigración ilegal, con ayudas de todo tipo en diversos ámbitos, a las que se puede acceder con pocos requisitos. Los españoles estamos cansados de ver impotentes cómo políticos de todos los partidos y de todos los colores; llegan al poder y hacen lo que quieren. Sobre todo mejorar sus condiciones económicas, laborales y sus pensiones. Además, nos ha tocado vivir muy de cerca una época de crisis donde se han destapado multitud de tramas corruptas. Malversación de fondos, ejecuciones de obras faraónicas avocadas al fracaso y un largo etc que supone el despilfarro de mucho dinero público. No se quedan atrás administraciones y responsables políticos utilizando subvenciones públicas y europeas para fines distintos a los destinados. Ni los rescates bancarios, fruto de la mala gestión y el desfalco de unos pocos sinvergüenzas amigos de lo ajeno. O la deriva secesionista en la que está instalada nuestro país, que ha consumido miles de millones de euros en cuestiones ridículas. Vemos incrédulos e impotentes tanto cinismo político y tanta desvergüenza.
Pagar, pagar y pagar
Además, en nuestro país todo está grabado con impuestos. Hablemos de los autónomos, ya que constituyen la mayor parte del tejido económica nacional. Muchos de ellos vinculados al mundo de los Seguros. En general, si iniciamos una actividad por cuenta propia como autónomos para poder ganarnos la vida, tenemos que pagar impuestos al Estado. Una cuota fija mensual, considerablemente elevada, si lo comparamos con otros países de nuestro entorno. Los llamados «seguros sociales». «En teoría», proporcionan al autónomo, atención médica y prestaciones en caso de accidente o enfermedad. Se ha intentado mejorar las prestaciones para este colectivo, pero lo que se ha conseguido es que los autónomos paguemos una cuota mayor. ¿Cuál es la cuota de autónomo? Lo cierto es que depende de la base de cotización. ¿Qué es la base de cotización? Es la suma por la que cotizamos a la Seguridad Social. En el caso de los autónomos, existen varios tramos. De esta base de cotización dependerán las cantidades que vayas a percibir en caso de enfermedad o incapacidad. También determinará la pensión por jubilación, o la pensión de viudedad que recibirá tu mujer en caso de tu fallecimiento. ¿De qué importe estamos hablando? Resumidos en este link los importes de 2019 por los que puedes cotizar como mínimo y máximo, según quieras o te exijan por tu titulación:
¿Esto qué quiere decir?
Pongamos un ejemplo: La cuota de autónomos en 2019, para la base mínima, incluida la incapacidad temporal, cese de actividad y la formación continua es el 30%. Esto se traduce en que lo mínimo que paga un autónomo por estar dado de alta como tal para poder trabajar. Es decir: 30% s/944,40€ = 283,32 € al mes Esta cantidad es lo mínimo que vas a pagar mensualmente. Lo que quiere decir, que tendrás que ganar 283,32 x 12= 3.399,84 € al año sólo para poder ejercer esta profesión por tu cuenta.
Tarifa plana
Si disfrutas del pago de la llamada tarifa plana de 80 € al mes por ser nuevo autónomo y cumplir con los requisitos, ten en cuenta que se acaba. Además, no vas a pagar 80 € al mes durante dos años seguidos. Tiene diferentes tramos: – Los primeros 12 meses vas a pagar 80€, disfrutando así de la bonificación en la cuota. Posteriormente, podremos acogernos a una serie de deducciones siempre que cumplamos los requisitos.
¿Qué es eso del IVA?
Sencillo, para poder cobrar como autónomo por tu trabajo has de emitir una factura a tu cliente con el correspondiente tipo impositivo de IVA. Actualmente, en España, el 21%. Sectores como el sanitario o el de los seguros están exentos de IVA. Si por tu trabajo facturas a un tercero 121 €, de esa cantidad, 21 € de IVA debes abonarlo a la HACIENDA PÚBLICA cada trimestre. Puede el autónomo compensar ese IVA con el IVA que soporta en la adquisición a proveedores o en otros gastos imputables a su actividad. Pero ojo, si trabajas en un sector exento, como es el sector de los seguros; vas a soportar el IVA de tus compras y/o servicios y no lo podrás compensar. Aunque, en ese caso tampoco estarás obligado a presentar declaración de IVA.
Pero eso no es todo…
Cuando finalice el año, tenemos que volver a pasar por caja. Debemos hacer nuestra declaración del IRPF si somos autónomos o el impuesto de sociedades en caso de que tengamos una sociedad. Parémonos aquí porque esto es interesante saberlo. Ya sabemos que si somos autónomos nos van a intentar crujir por todos los lados, pero…
¿cuánto tenemos que pagar al Estado por el beneficio de nuestro trabajo?
El BBVA nos lo aclara aquí en este link Parece increíble, ¿verdad? Si ganamos 12.000 € al año el 19% lo tenemos que pagar al Estado. Es decir 2.280 € lo pagamos al Estado. Y si tienes la inmensa suerte de que el negocio te va bien, pues, te van a crujir más aún. Así, hemos visto que si ganas 21.000 € vas a tener que pagar al Estado 6.300. Y si ganas 36.000 €, agárrate porque 13.320 € se van para las arcas del Erario Público.
En resumen
Vamos a recopilar datos haciendo un pequeño resumen de lo que hemos expuesto: 1.- Si soy autónomo, sólo por ejercer mi actividad, me cuesta al mes 283,32 € que tengo que abonar al Estado a través de la Seguridad Social. Es el mínimo de cotización. 2.- Cuando facture a terceros por mi trabajo, el 21% de IVA de cada factura lo tengo que pagar a Hacienda cada trimestre. 3.- Cuando tenga que presentar la declaración de la renta, voy a tener que pagar al Estado por lo que he ganado gracias al esfuerzo de mi trabajo. Sí, sí, por supuesto, si tienes suerte y ganas 14.000 €, 2.660 € son para el Estado. Si ganas más, un poco más arriba tienes los porcentajes, hasta un 45% de tus retribuciones por trabajo. Sí, casi la mitad de tu sueldo sería para el Estado. 4.- Todo ello sin contar con los gastos propios de tu actividad, alquiler de local, proveedores, suministros, gestoría, mercancías, materiales, etc.
Gastos deducibles
Habrá quien diga, bueno, pero hay gastos que son deducibles y que van a hacer que lo que pague al Estado sea menor. Pero esos gastos los puedes tener o no. Y si los tienes, desde luego, será HACIENDA quien te diga cuáles puedes deducir y cuáles no. Si eres un autónomo dedicado al sector de los seguros, tan sólo te hace falta un teléfono, conexión a internet y un ordenador para poder trabajar. Los demás gastos, avíate como puedas… En España lo que importa es que pagues impuestos. Y si no pagas…, te van a salid enanos hasta debajo de las piedras. Si teniendo en cuenta todo lo anterior, que no es poco, has conseguido salir adelante todos estos años atrás, qué te espera.
La jubilación
El portal empresaactual.com explica que “Si eres autónomo y te jubilas en este año 2019 podrás hacerlo si tienes 65 años y 8 meses (dos más que en el pasado 2018)” Y siguen explicando más: «También ha aumentado, en tres meses, el periodo de cotización que se tendrá en cuenta este año para calcular la base de lo que será tu futura pensión por jubilación. Para hacer los cálculos se tendrán en cuenta los últimos 264 meses (22 años) de vida laboral. Además, para poder ser beneficiario de la pensión de jubilación en toda su extensión, tendrás que haber cotizado durante un periodo mínimo de 36 años y 9 meses. Condiciones todas ellas que seguirán aumentando de manera paulatina hasta llegar al año 2027 cuando podrás jubilarte solo cuando hayas cumplido los 67 años. En esa fecha, además, se tendrán en cuenta los últimos 25 años de tu cotización para calcular la base de la prestación que te corresponda.” Continúan: “Para saber cuál es la cuantía de la pensión que te correspondería debes realizar un cálculo entre los años trabajados, la renta que se haya obtenido durante los mismos y la base de cotización elegida, incluyendo a la ecuación determinados factores que influyen en el cómputo total.”
¿Qué ocurre hoy en el sector de los seguros?
Chispa más o menos lo que ocurre en sectores de otros ámbitos, sin embargo, especialmente en los seguros, la competencia ha crecido mucho. La competencia es feroz, incluso dentro de los mediadores de una misma compañía, que canibalizan las pólizas. En eso, las propias compañías también tienen parte de culpa, ya que los precios son distintos de un mediador. Esto se debe al rating del mediador dentro de la compañía. O lo que es lo mismo, aquellos mediadores que hacen más pólizas tienen mayores descuentos y mayor peso a la hora de sacar hacer una operación. Por otro lado, las entidades bancarias, donde se cargan los seguros, están ávidas y al acecho para ofrecer a su cliente una alternativa mejor. Hasta hace poco, los bancos conocían datos imposibles de saber por cualquier otro mediador. Datos fundamentales como la evolución del precio de los seguros, número de póliza de la compañía y los datos de su propio cliente. Lo que le posibilitaba ofrecer un precio mejor o más ajustado antes del cargo de la nueva anualidad, reventando el negocio de los mediadores. Hace algunos años que las compañías de seguros ya no ofrecen en las lecturas bancarias en el cargo de recibos. Directamente han eliminado dato sensibles o han incluido asteriscos o símbolos en la parte principal de la referencia.
Internet en todos los hogares y el smartphone
La llegada de Internet a todos los hogares ha hecho posible que grandes grupos como ACIERTO.COM, hayan desarrollado comparadores de precios. En ellos, se incluyen cotizaciones de aseguradoras que sólo operan por Internet o teléfono a través de unos acuerdos exclusivos. La mayoría de estos comparadores no ofrecen un precio real, se trata de un precio simulado que luego puede variar en la contratación. Sin embargo, sirven y mucho para captar al cliente interesado en un precio mejor al que tiene.
La creencia popular
Arrastra un gran estigma el Sector de los Seguros con la creencia popularmente extendida del engaño y la picaresca. Es extraño ver cómo entran en nuestras oficinas personas que quieren mejorar el precio de sus seguros sobre cantidades a veces ridículas. Los ramos de autos (coches, furgonetas, camiones, etc) y motos (ciclomotores, motos, etc), son los más prostituidos. Y en los que se muestra mayor deslealtad por parte de los clientes. Es curioso la cantidad de gente que entra en las oficinas de seguros a consultar sobre cuestiones y problemas personales con sus seguros. Seguros que no están contratados ni en la oficina, seguros que han contratado por internet o por teléfono. Recordemos que abogados, gestorías, asesorías, administradores de finca, etc, etc; tienen tarifas por el asesoramiento que proporcionan. Si cuando vamos a un abogado, éste nos cobra por consultar la solución a un problema que planteamos, ¿cómo en los seguros nadie cobra por ello? ¿Por qué resulta normal una cosa y la otra no? Tanto los abogados como los mediadores son profesionales de sus gremios respectivos.
¿Qué ganan los mediadores?
En general, se piensa que los mediadores de seguros cobran en demasía por el seguro que formalizan. Vamos a explicar por encima cuánto puede cobrar un mediador en las condiciones y los precios actuales del mercado. La mayoría de las pólizas de vehículos que se contratan suelen ser a terceros, más asistencia, más lunas. También a terceros, con asistencia, lunas, incendio y robo. Analicemos los precios para un utilitario común de entre 75 y 120 caballos, sea diésel o gasolina. Para una persona de mediana edad, de entre 27 y 42 años, con al menos un año de seguro en vigor; los precios rondarían entre los 260 y los 380 €. El porcentaje que cobra el mediador a la COMPAÑÍA DE SEGUROS por la hacer la póliza en el ramo de autos está entre el 8 y el 12% normalmente. Al total de recibo no se aplica ese porcentaje de comisión, ya que, en el total del recibo van incluidos conceptos como los impuestos. Por tanto, el porcentaje siempre se aplica a la PRIMA NETA.
Pongamos un ejemplo:
Contratamos un seguro para nuestro vehículo a terceros completo (CON INCENDIO Y ROBO) por un importe de 320 €. ¿Cuánto gana el mediador? Pongamos que de 320 € la prima neta son 260 . Si multiplicamos esos 260 € por la cantidad máxima, el 12%; nos resulta una comisión de 31,20 €. Puede parecer mucho, ¿verdad? Y si te digo que, en esos 31,20 €, va incluido: 1.- el asesoramiento personalizado 2.- el trabajo y el tiempo de buscar el mejor precio, a veces, de entre una gran cantidad de cías. Los mediadores, no operan con simuladores. Algunos corredores utilizan un comparador interno(tipo QS, Avant…), pero en la mayoría de ocasiones, tampoco son efectivos. Cada compañía tiene un sistema informático con particularidades concretas. de descuento, campañas, etc. Puede que estés utilizando AVANT y luego tengas que meterte en la plataforma de las compañías, duplicando el trabajo. En ocasiones, los antecedentes del cliente tampoco ayudan, por lo que, el mediador emplea un mínimo de 30 ó 45 minutos para obtener sólo precio.
Tiempo de trabajo
El tiempo de trabajo es un bien muy valorado. Lo vemos continuamente en talleres, taxis, albañilería, fontaneros, electricistas, etc. Quizás somos unos de los pocos sectores que no cobramos por el tiempo que dedicamos a buscar precios y hacer el seguro de un cliente. Ni por el tiempo que empleamos en las gestiones que hacemos cuando se devuelve un recibo. Muchos bancos cobran comisiones por conceptos de devolución. Tampoco se cobra por las gestiones ni el tiempo empleado cuando el cliente da uno o más partes.