Seguros a coste 0. Impagos y morosos.

En los seguros, como en muchos otros ámbitos de la vida, existen pillos muy avezados en el viejo arte de engañar.

Personas aparentemente normales que acceden a cualquier negocio con intención de contratar una póliza de seguros.

Los años de crisis que hemos dejado atrás ha agudizado el ingenio de muchos que no quieren pagar nada por estar asegurado.

Pero, ¿realmente hay personas así? ¿Hay quienes juegan con su seguridad y con la de los demás conscientemente? La respuesta es sí y con la boca bien grande.

¿Qué ganan de esa manera?

Pues sencillamente buscan una doble o triple intención; lo primero de todo, constar como asegurados en el Consorcio de Compensación de Seguros; registros, ficheros a los que accede la autoridad para saber si un vehículo tiene o no seguro en vigor, así se libran de una multa más que probable.

Seguros a coste 0. Impagos y morosos.

Y en segundo lugar, logran estar cubiertos de una posible eventualidad durante el tiempo en que la compañía tiene el recibo de seguro pendiente mientras hace las gestiones de cobro antes de anularlo por impago.

En ese caso, es decir, si el siniestro tiene lugar; el recibo se paga y el siniestro queda cubierto.

Hay una tercera opción aún más vergonzante y que consiste en hacer uso del seguro sin haberlo pagado, sabiendo que tampoco lo va a pagar; sustitución de lunas o asistencia en viaje son los servicios que las compañías asumen en ocasiones y que luego no siempre consiguen recobrar.

¿Cuánto tiempo puede estar un recibo pendiente y por ende la póliza de seguros?

Lo cierto es que depende de la compañía donde hagamos el seguro, depende si lo hacemos directamente o por medio de un mediador de seguros y, por supuesto, depende del poder de convicción del cliente.

Hay compañías que tienen un protocolo muy estricto en cuanto a las devoluciones.

Si no es una compañía mediada; es decir, no tienen una red externa de mediadores, como es el caso de las compañías telefónicas, Línea Directa, Génesis u otras; cuando un recibo es devuelto de banco, el departamento correspondiente se pone en contacto con el cliente en el teléfono proporcionado, además se envían carta postal, email ó sms de notificación.

Si no se consigue contactar con el asegurado en el tiempo establecido en protocolo, la póliza se anula directamente y se comunica su anulación al cliente por medio fehaciente (sms, email, carta postal).

Si el cliente contesta, se le fija un plazo de pago que, una vez incumplido, provoca la anulación.

En los casos de compañías mediadas, es decir, aquellas compañías cuyos clientes provienen principalmente de su red de mediadores, los protocolos no suelen ser tan estrictos, con lo que, la anulación de la póliza se puede dilatar en el tiempo hasta varios meses.

¿Por qué ocurre esto en las compañías con mediación?

Hay que dejar claro que no ocurre en todas. Muchas tienen un sistema normalizado de devoluciones y plazos, pero la mayoría confían en la gestión de sus agentes.

A su vez, el agente confía en que su cliente le va a terminar pagando, y va solicitando a la compañía que aumente los plazos de pago.

En otras ocasiones, grandes corredurías, medianas y pequeñas pueden liquidar a las aseguradoras sus recibos cobrados en un plazo relativamente amplio, en dos o tres meses, incluso más, con lo que los recibos que finalmente se impagan pueden colarse en ese proceso de liquidación.

En estos casos, la ley está de parte de la compañía. No podría ser de otra forma. Se trata de un fraude…

Así el artículo 15 de la Ley de Contrato de Seguro versa de la siguiente manera: «Si por culpa del tomador la primera prima no ha sido pagada, o la prima única no lo ha sido a su vencimiento, el asegurador tiene derecho a resolver el contrato o a exigir el pago de la prima debida en vía ejecutiva con base en la póliza…»

También podrán optar las compañías de seguros por reclamar judicialmente los siniestros satisfechos si los hubiere en vez de la prima.

Pero, ¿qué suele pasar en estos casos?

Suele pasar que la póliza se anula sin siniestros, se anula con siniestros de asistencia o lunas cuya cuantía hacen inviable una reclamación judicial, o el cliente es insolvente declarado.

Aunque a veces las compañías hacen daño y estos morosos pasan a formar parte de ficheros de impago.

¿Tienen los aseguradores mecanismos para evitar este tipo de fraude?

Los protocolos de anulación, la observancia de los mediadores, los registros propios y sus sistemas automatizados de detección y penalización en nif/cif con impagos en pólizas anteriores de la misma cía, la consulta a los registros de solvencia dineraria, limitar el fraccionamiento al cargo y pago con tarjeta de crédito en las distintas fracciones, establecer métodos de pago anuales en detrimento de los recargos altos por fraccionamiento son algunos de los mecanismos que pueden ayudar a detectar y atajar este tipo de situaciones.

Algunos de ellos ya son utilizados. Su implantación es difícil porque son métodos mal vistos por aquellos clientes intachables que pagan religiosamente y porque siempre hay otra compañía que utiliza un medio más ventajoso.