Métodos de Pago
Las diversidad en las formas y métodos de pago son fundamentales para que las compañías lleven a cabo la venta de sus productos.
Cuando contratamos una póliza de seguros, las compañías ponen a nuestra disposición, un gran abanico de posibilidades a la hora de efectuar el pago.
Hasta hace poco, cuando se contrataba un seguro, bastaba con aportar un número de cuenta bancaria.
Sin embargo, en la actualidad, los métodos de pago son muy diversos.
Por ejemplo, podemos pagar:
– En efectivo: personándose en las oficinas de la compañía o en las del propio mediador (eso sí, con los límites establecidos por ley).
– Por transferencia bancaria: dirigida a la compañía o a nuestro mediador.
– Por recibo ventanilla: es un recibo que la cía envía a tu domicilio con un código impreso, para ser pagado en una entidad bancaria con la que opere.
Este tipo de recibos, los puedes recoger también en cualquier sucursal cercana, o bien en las oficinas de tu mediador.
Si eres cliente digital, puedes solicitar que te lo envíen por correo electrónico.
También podrás descargarlo si tu aseguradora dispone de un área virtual que implemente esa funcionalidad.
– Mediante tarjeta de crédito: acudiendo a la oficina, de forma telemática o llamando a la aseguradora.
Como vemos no nos podemos quejar de los métodos de pago que las compañías de seguros ponen a nuestra disposición.
Formas de pago
Ya hemos visto los métodos, pero, ¿qué formas de pago admiten las compañías?
Parece obvio que a todas las compañías les interese que sus clientes paguen el seguro de manera ANUAL; es decir, un único pago, una vez al año.
Sin embargo, hay otras formas de pago clásicas que los aseguradores aceptan:
– SEMESTRAL
– TRIMESTRAL
– CUATRIMESTRALMENTE.
Desde que los operadores de banca-seguros entraron en el negocio de este sector, existen algunas entidades que aceptan la forma de pago MENSUAL.
Ya hay compañías como GENERALI que, siguiendo esos mismos pasos, permiten a sus clientes pagar sus seguros mensualmente.
Eso sí, si quieres pagar el seguro mediante una cómoda cuota mes a mes, tendrás que cumplir una serie de condiciones.
De entre ellas, ser cliente integral, es decir, agrupar todos tus seguros con la misma entidad aseguradora; seguro de auto, moto, hogar, vida, decesos…
Las entidades bancarias estudian la solvencia crediticia del cliente antes de autorizar ese tipo de pagos. Deberás firmar una autorización para ello.
Muchos de los que leen estas líneas pensarán que este artículo tiene poco sentido, todo el mundo sabe que pueden fraccionarse los pagos…
Sin embargo, hay muchos aspectos que la gente normal desconoce, gente que no trabaja en el sector, y que por tanto, no pueden saberlo todo.
Fraccionar nos cuesta dinero
Cuando nos interesa fraccioonar el recibo de seguro, tenemos que saber que ese fraccionamiento implica que la compañía eleve el precio del seguro.
Aseguradoras como MAPFRE que suelen elevar poco el precio del seguro cuando solicitamos su fraccionamiento, entre un 4 y un 8% del total recibo.
Pero hay otras compañías como ALLIANZ, que pueden llegar a subir el precio del seguro hasta en 120 € si elegimos fraccionar.
Otras compañías como PLUS ULTRA, GENERALI ó HELVETIA no permiten fraccionar el importe del recibo cuando la prima es inferior a una cantidad.
Generalmente, cuando queremos fraccionar el pago de seguros en varios recibos, suele ser por comodidad, por economía o por ser un seguro caro.
Sin embargo, este es un arma de doble filo para las aseguradoras.
Asumen cualquier siniestro, colisión con terceros, daños personales, asistencia en viaje o lunas desde el minuto 1.
Luego, en ocasiones, tienen que asumir los costes de impagos por parte de algunos asegurados que se las saben todas.
ANUAL, la mejor forma de ahorrar
Para evitar esto, muchas optan por no ofrecer formas de pago fraccionado, aplicando descuentos importantes si se paga el seguro de forma anual.
Si nos ofrecen descuentos importantes deberíamos aprovecharlos.
Sí, es más cómodo pagar cada tres meses, o cada seis, pero hay que obtener la ventaja.
Piensa que no hay mal que por bien no venga…
¿No te interesaría pagar de una vez tu seguro si por ello te hacen un descuento en la prima?
La jugada puede sernos favorable…
Lo podemos pagar con tarjeta de crédito y luego fraccionar ese pago en varios meses a través de nuestro banco.
Por ejemplo, las tarjetas de crédito del Deutsche Bank tienen un sistema que se llama «Flexipago».
A través del cual, podemos fraccionar cualquier compra superior a 100 €, de una manera sencilla, con una duración de hasta 12 meses a un interés bajo.
También nos ofrece la posibilidad de fraccionar el pago en tres meses por una pequeña comisión.