Ante todo calmarnos para poder dar los pasos correctos. Tenemos que intentar acreditar de la mejor manera posible, que nuestro vehículo ha resultado salpicado de pintura como consecuencia de trabajos que estaban realizándose cerca.
¿Y cómo hacemos eso?
Lamentablemente, no siempre se persona la policía local para poder levantar atestado de lo ocurrido.
Sin embargo, si tu vehículo está aparcado en una zona pública, o muy próximo a tu domicilio, seguro que algún vecino o algún transeúnte podrá servir de testigo.
Coge sus datos personales, nombre, apellidos, dni y su teléfono. Si tienes la suerte de dar con un vecino del barrio, tienes mucho adelantado.
Si no es así, sabemos que no todo el mundo quiere prestarse porque, figurar como testigo en cualquier procedimiento judicial, implica tener que molestarse en acudir a los juzgados y pedir tiempo en tu trabajo.
Aunque en la mayoría de ocasiones encontramos gente justa con voluntad de aportar su testimonio en donde proceda. Intenta hacerte con los datos de más de un testigo y así te aseguras más.
Utiliza el móvil. Hoy día, en los tiempos que corren, ¿quién no tiene un smartphone de última generación? Procura hacer fotografías de la zona o las zonas del coche salpicadas.
No escatimes en detalles ni en fotos. Te va a interesar que se aprecie bien en las imágenes las salpicaduras que tienes por todo el vehículo.
Toma imágenes en perspectivas de tu coche y del lugar donde se están haciendo los trabajos de pintura, que se vea claramente que tu coche estaba aparcado cerca.
No olvides sacar algunas fotos donde encuadres la matrícula del vehículo, esto es muy importante.
Si no existen vallas que delimiten la zona ni carteles que adviertan de la realización de esos trabajos, más a tu favor.
Acércate al lugar donde los trabajadores están realizando el pintado y captura imágenes de los mismos.
Se trata de demostrar que los trabajos con pintura se estaban realizando. Cuando se proyecta la pintura a presión sobre rejas, vallas, puertas…, queda siempre rastro en suelo, muros y zonas que las delimitan.
Si los trabajos aún no han concluido y los trabajadores están allí, comunica el suceso a los operarios y obtén todos los datos que te sea posible sobre ellos si trabajan como autónomos, o sobre la empresa que los tiene contratados.
Generalmente, hay un responsable que deberá facilitarte, cuanto menos el nombre de la empresa y un teléfono de contacto.
En el supuesto de que los trabajos hayan concluido, fíjate bien, antes de que lo quiten, si hay algún cartel de la empresa que los hacía, por la zona, la alambrada, el amurallado… y haz cuantas anotaciones precises. Todos los datos que puedas obtener te serán de utilidad.
Si no están los operarios y los trabajos han concluido y ya nada hay, acude al cliente para el que se estaban haciendo los trabajos de pintura.
Colegios, asociaciones, organismos, particulares, barriadas, urbanizaciones…, expón ante los responsables lo ocurrido e intenta que te faciliten los datos de la empresa a la que se le ha encargado los trabajos.
¿Has podido conseguir información sobre la empresa responsable?
Llama, comenta lo ocurrido y solicita los datos de la póliza de responsabilidad civil. Pídeles un fax, algún email y manda un escrito describiendo lo ocurrido y reclamando en tu propio nombre. Tenemos que dejar constancia documental de nuestra reclamación.
Si ves que el causante tiene voluntad para solucionar el asunto, pide también que te concreten qué franquicia tienen en su póliza de seguros de responsabilidad civil.
Conviene aclarar que todas las pólizas de R.C., salvo excepciones, tienen una franquicia a cargo siempre del tomador del seguro.
Esto, en ocasiones, puede complicar las reclamaciones. Luego veremos por qué.
Una vez hayas hecho esto y dispongas de todos los datos del causante, su póliza de responsabilidad civil y la cia, decide a qué taller vas a llevar tu vehículo para que puedan cuantificarse los daños y pide cita.
Vete después a tu mediador o llama a la aseguradora de tu vehículo y comunica el siniestro. Aporta todo lo que hayas podido conseguir; datos del causante, testigos, fotos… En ese mismo acto, solicita también peritación sin compromiso para el día que te dieron cita en el taller.
Una vez que te periten el coche, tu compañía dispondrá de un informe pericial donde se cuantifique el importe de los daños para reclamar las cantidades.
¿Cómo reclama nuestra compañía?
Siempre que dispongamos de los datos del causante, la aseguradora tras recibir la comunicación de siniestro, dirigirá escrito de reclamación al responsable, poniendo a disposición del mismo informe pericial y detalle de daños.
Tendrás que armarte de paciencia porque a veces este tipo de reclamaciones se alarga.
Son reclamaciones extrajudiciales en un principio.. No existen plazos al contrario de lo que ocurre en los siniestros de daños entre vehículos.
La compañía del responsable siempre va a tener predisposición a resolver el siniestro, lo que ocurre es que sólo pagará el importe de los daños que exceda de la franquicia que su asegurado tenga en póliza.
El importe de la franquicia deberá abonarla el propio causante a su compañía, a tu aseguradora o directamente a ti. Da igual, lo importante es cobrar.
Los siniestros relacionados con salpicaduras no suelen ser muy cuantiosos aunque siempre existan excepciones.
Las franquicias de los seguros de responsabilidad civil para este tipo de empresas pueden variar mucho, depende de la envergadura de la empresa y su facturación.
Mientras que en algunas pólizas nos encontramos con una franquicia de 300 €, otras tienen una franquicia mínima de 1.500.
Si el causante tiene intención de solucionar pronto el incidente no tendrás muchos inconvenientes.
Si por el contrario, no tiene voluntad y además es un pequeño autónomo o una empresa menor, la franquicia que tenga puede amargarnos la existencia porque puede que tengamos que recurrir a los tribunales para poder cobrar finalmente todos los daños.
Y ni siquiera esto puedo garantizar que cobremos, porque pudiera ser probable que la empresa de pinturas tuviera una situación de insolvencia.
Si se inicia la reclamación amistosa, y en el plazo de quince, veinte días o un mes, tu compañía no ha obtenido respuesta del causante, trasladará el expediente a la asesoría jurídica con el fin de que estudien la viabilidad judicial.
Ésta sólo será posible si existen testigos y pruebas documentales (fotos). Si tienes medios suficientes para acreditar los daños, podrán armar demanda y acudir al juzgado.
Mientras todo este proceso que indicamos transcurre, tú puedes al mismo tiempo, de manera paralela, reclamar a la empresa por otro lado mediante fax, email, o por teléfono.
Los profesionales de tu compañía pueden ser muy buenos, pero piensa que generalmente también están sobrecargados de trabajo. A mayor insistencia, mayores resultados.
En la mayoría de casos, las compañías reclaman y pagan en base a los informes periciales, aunque debido a la picaresca, cada vez más se está exigiendo la presentación de la factura de reparación para poder hacer el pago final al perjudicado.