A continuación, vamos a intentar explicar cuáles son las principales coberturas de los seguros multirriesgos de hogar, qué tipo de garantías adicionales podemos contratar y la incidencia que todas estas garantías pueden tener en el precio de nuestro recibo.
Hay que destacar sobre todo, la importancia de asegurar correctamente garantías como el Continente y el Contenido, porque de eso dependerá nuestra total tranquilidad ante cualquier imprevisto.
Hay coberturas que son fundamentales en todo seguro de hogar. Citamos tres:
Continente: se incluyen en esta garantía todos aquellos elementos de la edificación de la vivienda, tales como la estructura de la edificación, techos, cubiertas, fachadas, armarios empotrados, toldos, escayolas, etc.
En general, todos aquellos bienes de la vivienda que no pueden separarse sin menoscabo de la misma.
Por tanto, tendremos que cuidarnos mucho de ajustar lo más posible la cantidad asegurada, con el precio razonable que nos costaría reconstruir nuestra vivienda en el peor de los escenarios (incendio, terremoto, etc).
El sistema de tarificación de la mayoría de compañías hace una estimación del valor cuando introducimos las características del riesgo a cubrir (m2, tipo de vivienda, etc).
Contenido: se trata del conjunto de bienes muebles de uso privado y doméstico. A esto corresponde el mobiliario y enseres, las joyas, las obras de arte y objetos de especial valor.
Ojo a la hora de asegurar esta garantía, pues, hay que asegurar tanto el mobiliario, como todo lo que tengamos de valor dentro de casa. Es muy importante cuantificar correctamente esta partida.
Responsabilidad civil: la mayoría de las grandes compañías incluyen esta cobertura incluso en sus productos básicos, pero hay otras compañías de seguros low cost, que te dan la posibilidad de excluirla para abaratar el precio.
La contratación de esta garantía es importantísima. Nos estamos garantizando el daño que hagamos a un tercero.
Casi todas las compañías importantes incluyen además la partida la responsabilidad civil de animales domésticos en esta garantía.
Lo ideal es contratar, como mínimo, un importe de 150.000 €, aunque podremos aumentarla a 300.000 € por muy poco más.
El tronco de nuestra póliza se basa, principalmente, en las garantías que acabamos de señalar, no obstante, en los seguros multirriesgos de hogar tenemos posibilidad de asegurar, prácticamente, casi todo.
“Continente, contenido y Responsabilidad Civil… Tres de las garantías que pueden salvarte el tipo ante un acontecimiento de envergadura”
Garantías como daños por agua, con cobertura para daños ocasionados por escapes o filtraciones de agua, localización y reparación de averías, fontanería urgente o desatasco urgente de conducciones…, son algunas de las posibilidades que podemos encontrar en el mercado.
El robo, hurto y expoliación en la vivienda, tanto de los elementos del continente, como del contenido, mobiliario y enseres, bienes de valor especial, dinero en caja fuerte y fuera de ella, joyas, reposición de llaves y cerraduras, uso fraudulento de tarjetas o cheques, atraco fuera del hogar, etc.
Las roturas son el día a día en este tipo de seguros, cristales, lunas, espejos, metacrilatos y similares, sanitarios, vidrieras, jardineras, encimeras y tapas de piedra natural o artificial, cristales de placas solares o incluso la vitrocerámica suponen un coste que asumen muchas aseguradoras.
Los fenómenos meteorológicos también tienen cobertura en los diversos productos que podemos encontrar, lluvia, viento, heladas, pedrisco, nieve, goteras, filtraciones o la inundación de nuestro vivienda son contingencias incluidas en algunos de estos productos.
La oferta es tan amplia que hoy en día podemos contratar incluso la responsabilidad civil de animales peligrosos en la misma póliza de hogar, robo en taquillas de centros deportivos, infidelidad de empleados domésticos, exceso de consumo de agua, la reconstrucción de nuestro jardín, daños por calor, servicios para mascotas y plantas, protección del teléfono móvil, defensa jurídica y reclamación de daños y un largo etcétera.
Las partidas que más encarecen la prima de nuestro seguro corresponden, fundamentalmente, al importe declarado como continente y contenido, ya que se suele asegurar a valor total, lo que quiere decir que nos aseguran lo que realmente vale reconstruir nuestra casa (continente) o reponer nuestro mobiliario(contenido).
También podemos contratar la póliza solicitando que nos fijen una cantidad inferior al valor que tengamos para estas partidas que estamos comentando, a través de lo que se llama valor a primer riesgo.
Con esto, en caso de que ocurriese un siniestro de envergadura, la compañía sólo nos pagaría lo establecido en póliza. Bajaría de forma considerable nuestro recibo, pero no estaríamos cubriendo totalmente nuestro hogar.
Y tenemos que tener en cuenta que lo que no ocurre en treinta años, acaba pasando en cinco minutos.
La contratación de las garantías de roturas y daños por agua, por su incidencia en este tipo de aseguramiento, también elevan mucho el precio final.
Y, en general, todas aquellas coberturas que, aunque a simple vista nos parezcan un chollo, acabarían por perjudicar nuestra siniestralidad (robo fuera del hogar, robo del teléfono móvil, etc.) y por tanto nuestras estadísticas en la compañía.