Pago con tarjeta si quieres el seguro

El pago con tarjeta será en un futuro muy próximo el medio más utilizado en todas las transacciones.

La situación del Sector

El mundo de los seguros, se ha convertido desde hace años, en el nicho de mercado más complicado para poder abrirse paso como profesional.

La gran cantidad de ofertas, hace posible que el usuario acceda a un amplio abanico de productos, con precios cada vez más reducidos.

Lo que sin duda alguna beneficia, por una parte, al consumidor, pero por otra, lo condena en caso de que éste comunique siniestros.

Una competencia tremenda

Esa feroz competencia existente en el mercado español, conlleva que las compañías sean flexibles a la hora de hacer una póliza de seguros.

Cualquiera que sea el ramo, ya sea una póliza de auto, de hogar, de salud, o por ejemplo, de decesos.

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Esto quiere decir que, gran parte de las entidades, ofrecen a sus clientes opciones diversas de contratación.

Tanto en productos, como en la forma de pago, ya que se permite hoy fraccionar el importe del seguro prácticamente de cualquier manera.

Las compañías también son demasiado flexibles a la hora de cobrar la prima, otorgando al cliente plazos de pago cada vez más largos.

Cobertura desde el minuto uno

Independientemente del estado en que se encuentre el recibo, las compañías de seguros asumen la responsabilidad de los siniestros.

Ya sean siniestros derivados de la colisión con otro vehículo o siniestros por daños propios en las pólizas todo riesgo.

Asimismo, ofrecen desde el primer minuto, la prestación de los servicios inherentes a otras garantías contratadas.

Tal es el caso de la asistencia en viaje o la sustitución de cristales.

Los medios de pago

Las aseguradoras ponen a disposición del cliente todos los medios de pago tradicionales.

Domiciliación bancaria, pago con tarjeta de débito/crédito, ingreso en cuenta o transferencia bancaria.

¿Te imaginas que fueras a comprar unos zapatos y pudieras domiciliar su pago en tu cuenta bancaria?

Sería algo increíble en los tiempos que corren, ¿verdad?

Por otra parte, grandes grupos aseguradores como SegurCaixa, permiten a su clientela unir los principales seguros personales, en un único paquete.

Se aplican descuentos especiales por ello y además, según los casos, se ofrece la posibilidad de pagarlos en una cómoda cuota mensual.

SegurCaixa pertenece a LaCaixa y por tanto, los clientes a quienes se les presenta esta oportunidad tienen su solvencia de pago más que estudiada.

En este sentido, ¿qué nos depara el futuro en el Sector de los Seguros?

Las compañías de seguros implementan en sus plataformas informáticas, métodos de consultas sobre ficheros de morosos para evitar el fraude.

Por otro lado, en el caso de los vehículos (coches, furgonetas, motos, ciclomotores…), existe un ficher denominado SINCO.

Está a disposición de la mayoría de cías adscritas a este convenio. Las entidades acceden para consultar la siniestralidad o el impago de pólizas.

Parece que todo está muy controlado, y verdaderamente lo está.

Son cada vez más las compañías de seguros que deniegan el aseguramiento.

Personas físicas o jurídicas con malos antecedentes de siniestralidad, con deudas pendientes o incumplido en el pago de otras pólizas, son habituales.

¿Cuál es el problema?

El problema está en la cantidad de pólizas que los mediadores de seguros formalizan diariamente y que, por un motivo u otro, se anulan.

El trato personal directo con el mediador, conlleva que todos los días, entren en las oficinas de mediación, un reguero de clientes.

Muchos de los cuales, tienen como única intención hacer un seguro y no pagar la prima, estando así cubierto y asegurado un tiempo indefinido.

El tiempo que les permitan las compañías y los mediadores.

De esta manera, tienen seguro en vigor y en caso de ocurrir un siniestro, siempre se está a tiempo de pagar el recibo para tener cobertura.

Las aseguradoras están obligadas a comunicar al asegurado, de modo fehaciente (generalmente por correo certificado), la anulación de la póliza.

Y si te haces cliente digital, estas comunicaciones puedes recibirlas con antelación mediante correo o sms.

Así, cualquier persona puede asegurar su coche, su vivienda o incluso el seguro de decesos, durante dos o tres meses, sin pagar un duro.

Y si anulan la póliza por impago, tras recibir la comunicación, podremos ir a otra oficina de seguros para volver a empezar.

Es más habitual de lo que parece, pues, la picaresca, y la necesidad en ocasiones, agudizan el ingenio de los defraudadores.

Y, como se suele decir, «el diablo no siempre viste de rojo», pues, hay impagos que no te los esperas.

El mediador de seguros vive del producto de su mediación. Es frecuente que cualquier profesional del seguro intente hacer la póliza a toda costa.

Los corredores lo tienen quizás más fácil, pues, suelen llevar la mediación de muchas aseguradoras.

¿Cómo se soluciona el problema?

La mayoría de las Compañías de Seguros están intentando combatir este tipo de fraudes de la mejor manera posible.

Mediante el pago con tarjeta de crédito y por adelantado.

Viene siendo una constante habitual que el cliente devuelva el recibo a los pocos días de formalizar la póliza.

También ocurre en las renovaciones. El cliente tiende a devolver la domiciliación sin comunicación previa.

Hay que recordar que el artículo 22 de la LCS establece que, cualquiera de las partes, tanto asegurado, como asegurador, puede rescindir unilateralmente el contrato, pero para que esto sea legalmente efectivo, debe comunicarse a la otra parte por escrito, en el caso del asegurado, con un mes de antelación como mínimo, y en el caso de ser la aseguradora quien quiera anular la póliza, con dos meses de antelación.

No olvidemos tampoco que la compañía debe comunicar al asegurado cualquier modificación del contrato, y el asegurado debe aceptar esa modificación por escrito, aunque también está jurídicamente aceptado la validación mediante firma digital. 

La subida de prima es una modificación del contrato, está jurídicamente aceptado a través de la jurisprudencia.

Si nos suben la prima, aunque sean 5 céntimos, podríamos legalmente resolver el contrato sin el aviso previo que marca la ley.

También ha venido siendo habitual que las compañías comunicaran las subidas por correo postal ordinario.

Llegando esas comunicaciones, muchas veces a destiempo, provocando que el asegurado no tuviera posibilidad de comunicar la anulación en plazo.

En este caso, cualquier prima cobrada deberá ser reembolsada por parte del asegurador.

La tarjeta como forma de pago

Las compañías están empezando a introducir la pasarela electrónica como medio de pago, aunque eso sí, no siempre.

La tarjeta de crédito/débito es un sistema de pago que, por otro lado, no debería resultar extraño.

Es el método principal utilizado en la mayoría de compras y transacciones.

No tendría que ser tan raro aplicarlo al sector de los seguros.

Algunas compañías ofrecen importantes descuentos si pagamos mediante tarjeta de crédito o débito.

La mayor parte de compañías generalistas (ALLIANZ, GENERALI, MAPFRE, REALE, etc.) ofrecen este método de pago como opción alternativa.

¿Y por qué cómo opción alternativa?

En buena medida, porque la mediación retrasa las liquidaciones de recibos cobrados a las compañías.

¿Qué motiva el retraso?

La primera razón es la financiación del negocio. Otras razones son el servicio al cliente o la gestión última de cobro.

Teniendo todos estos aspectos en cuenta, el cobro con tarjeta no necesariamente tiene que efectuarlo la compañía.

El mediador puede realizarlo mediante un simple tpv virtual o físico.

El futuro que nos espera…

Aunque parezca lo contrario, todo apunta que en el futuro, el cobro de las pólizas de seguros se harán mediante tarjeta de crédito.

Eso sí, el cliente siempre tendrá el plazo marcado por la ley de comercio electrónico para desistir de la contratación de servicios.

Pero, sin lugar a dudas, con el pago electrónico, se evitarán las pérdidas millonarias que actualmente tienen las compañías aseguradoras.

Compañías que asumen gastos de todo tipo durante los meses primeros del contrato cuyas pólizas son anuladas multitud de veces.

La anulación de esas pólizas conlleva más gastos de reclamación.

En ocasiones, no se recuperan por la insolvencia de clientes, u otras razones como el coste mayor que supone la reclamación de cantidades pequeñas.