Si tienes idea de contratar un seguro de salud para ti o para toda la familia, lo mejor es que te pares un momento y pienses qué opciones tienes y cómo puedes beneficiarte de ellas.
Los seguros de salud son una alternativa muy interesante a los servicios sanitarios públicos.
Con frecuencia sufrimos cada vez más las temidas listas de espera, y eso si logramos que nuestro médico de atención primaria, tenga el gesto amable de derivar a un profesional, cosa que no ocurre con frecuencia.
En el sector sanitario privado, esta problemática se reduce al máximo. Hoy día, por suerte, hay muchas compañías de seguros especializadas que ofrecen productos de gran calidad.
Así podemos encontrarnos con pólizas diversas que nos ofrecen el acceso a cualquier profesional especialista con sólo una llamada.
Seamos conscientes de que los seguros son un negocio. Las compañías aseguradoras compensan sus resultados con el ajuste que obtienen entre los buenos clientes, es decir, aquellos asegurados que tienen poca incidencia, poca frecuencia siniestral, o lo que es lo mismo, esas personas que hacen poco uso de sus seguros, y esos otros clientes cuya siniestralidad es elevada.
Ese afán constante por buscar el equilibrio se puede convertir para nosotros en una verdadera pesadilla.
Si hacemos un seguro de salud es porque tenemos intención de hacer uso de él cada vez que lo necesitemos.
Pero claro, la compañía cobra una prima concreta, y sin embargo, a veces el gasto sanitario que asumen multiplica esa prima por dos o por tres, lo que supone un gasto que la compañía tendrá muy en cuenta.
Tenemos que tener claro que, evidentemente, la frecuencia con la que utilicemos nuestro seguro de salud, va a repercutir en la prima de renovación del mismo.
¿Cómo podemos adelantarnos a las circunstancias e intentar beneficiarnos de unas condiciones especiales?
Cuando se hacen seguros de salud, se hacen seguros individuales y seguros colectivos.
¿Qué quiere decir esto?
Es sencillo…
El precio que ofrecen las compañías para seguros de salud individuales o combinados familiares, es más alto siempre que el precio que dan las compañías para colectivos, donde generalmente, se aplican descuentos por volumen.
Si estás interesado en hacer un seguro de salud, antes de nada, pregunta en tu empresa. Quizás tengan una póliza de salud donde puedas incluirte.
En un seguro colectivo, lo que vas a pagar de prima siempre va a ser menor que el precio que vayas a pagar si haces una póliza individual, pero lo más importante, es que además te vas a garantizar que la prima no suba por haber utilizado con frecuencia los servicios, o no suba de forma desproporcionada, o mejor aún, evitarás que puedan rescindir en un futuro tu contrato por malos resultados.
Las empresas de trabajadores con muchos asegurados en sus pólizas, pueden ejercer un mayor control y supervisión de los precios y costes anuales del seguro.
Démonos cuenta que este tipo de pólizas con muchos asegurados son tentadoras para cualquier asegurador.
Eso mismo lo saben las propias empresas que, en ocasiones, se venden al mejor postor. La competencia es muy dura y cada vez los productos son más completos.
Si tu empresa no dispone de ningún seguro de salud, pregunta a algún familiar por el suyo. En ocasiones, este tipo de pólizas colectivas son amplias y permiten la suscripción de familiares.
La posibilidad de contratar pólizas individuales o familiares siempre estará ahí, ero si sólo tienes opción de contratar de forma individual, el mejor consejo es utilizar los servicios con cabeza y compatibilizar nuestra póliza con los servicios públicos para casos menores.
Siempre podemos contratar con otra compañía de seguros que nos ofrezca mejores condiciones, pero en los seguros de salud, no ocurre igual que en otros seguros, como por ejemplo, los seguros de hogar.
En los seguros de salud existe lo que se conoce como preexistencia y carencia, condicionantes que aconsejan conservar antigüedad en nuestra póliza.