No aseguran mi coche por antigüedad, ¿Qué hago?
Todos, en un momento u otro, hemos tenido un coche viejo para el avío en la ciudad, en el pueblo, para cuestiones agrícolas, etc.
Evidentemente, son coches, la mayoría, que cuentan con muchos años y en ocasiones no dan más de sí.
Tenemos que tener en cuenta que los seguros, al igual que cualquier otra actividad; son un negocio para las compañías de seguros, que basan sus beneficios en el superávit que sacan tras hacer frente a los pagos que deben realizar, fundamentalmente, por siniestros de sus propios asegurados.
Para las aseguradoras que un cliente aporte un resultado positivo no sólo tiene que ver con que no tenga golpes con otros vehículos, también influyen los gastos que acarrean para la compañía el resto de coberturas, como las lunas, la asistencia en viaje, el robo…
Actualmente, la oferta existente en el mercado es muy amplia, lo que implica que haya mucha competencia y que los precios, inevitablemente bajen, algo que es positivo en parte para el propio consumidor.
No obstante, debido a que las primas resultantes son bajas, el margen para las compañías es estrecho. Pongamos un ejemplo para entender esto: si pagamos por el seguro de nuestro coche un importe pongamos de 280€, el margen para que la aseguradora no pierda dinero con nosotros son 280€.
En el momento en que la aseguradora pague más de ese importe, la póliza no le es rentable y por tanto, probablemente, no nos renueven la póliza.
Todo hoy está informatizado y existen unos algoritmos estadísticos, al mismo tiempo que conexiones con distintas bases de datos y de ficheros de cumplimiento e incumplimiento de obligaciones dinerarias, por lo que, es difícil pasas desapercibidos si hemos pecado de algo en alguna ocasión, con que debamos un recibo de suministros es suficiente para que una compañía no quiera hacernos cualquier tipo de seguros.
Sin desviarnos un poco del tema, ¿por qué las compañías de seguros no quieren asegurar coches con demasiada antigüedad?
Bueno, es sencillo suponer que mientras más viejo sea nuestro coche, mayores posibilidades de avería tiene, por lo que, las aseguradoras prevén que estadísticamente son pólizas que van a tener frecuencia de siniestralidad; es decir, consideran que estas pólizas van a tener muchos partes por asistencia en viaje.
Si seguimos con el ejemplo anterior, si pagamos 280€ por nuestro seguro y es la prima de todo un año, si al cabo del mismo, hemos tenido la necesidad de dar varios partes de asistencia en viaje y la compañía ha tenido que desembolsar, digamos; 500 €, en realidad la compañía de seguros ha tenido una pérdida de 220€.
De ahí el drama que viven muchas personas para asegurar vehículos con cierta antigüedad, ya que la asistencia es una garantía imprescindible.
¿Qué se puede hacer ante esto?
Hay soluciones. Existen compañías, por ejemplo, Generali, que permiten hacer la póliza de seguro excluyendo algunas garantías, nos permite construir la póliza de seguros con las garantías que necesitemos o que queramos pagar.
En este sentido, podemos hacer la póliza de seguro sin asistencia; es decir, a terceros, a terceros con lunas… ¿Y qué pasa con la asistencia?
La asistencia la podemos hacer por algunas de las compañías especializadas en este tipo de ramos RACE, DAS, ARAG…
